Emociones y Sentimientos

EMOCIONES Y SENTIMIENTOS.

En esta entrada vamos a dar información sobre estos conceptos para conocerlos mejor y para que nos resulten más sencillos y prácticos a la hora de trabajarlos en nosotros mismos. Vamos a empezar por comentar las diferencias más significativas entre ellos.

Cuando hablamos de emociones, estamos haciendo alusión a las emociones básicas y universales. Las emociones tienen su centro de operaciones en nuestro sistema límbico y son alegría, tristeza, asco, enfado, miedo y sorpresa (aunque la sorpresa se dice que es una emoción neutra y a veces no se considera como tal). Todas ellas son una brújula que me dice qué necesita mi cuerpo para estar bien y me preparan para la supervivencia. Son puramente biológicas y auténticas. Por ello son universales, todas las personas cuando tenemos estas emociones reaccionamos de la misma forma, incluso la expresión facial es similar para todos y los mecanismos fisiológicos de las emociones también lo son. Estas reacciones son efímeras, automáticas, no las llegamos a procesar, simplemente suceden. También tienen la característica de ser muy contagiosas, pues al estar unidas a los instintos de supervivencia, fácilmente si tengo una reacción de miedo desmedida y una persona está cerca, también puede sentirla y contagiarse de la misma. Una forma muy sencilla de aprender de las emociones es observar a los niños pequeños, pues son emoción en estado puro y las muestran con mucha transparencia.
 
Los sentimientos son estas mismas emociones, pero procesadas por nuestra mente, es decir como si estas emociones básicas las combináramos con nuestra cultura, con nuestros pensamientos y nuestro aprendizaje. Ya no son reacciones tan automáticas que provienen de la biología del cuerpo, sino que provienen de una serie de procesos mentales más complejos. Ya no estamos hablando de respuestas universales a los estímulos, pues cada persona tendrá su particular forma de sentir, entender y expresar estos sentimientos. Estos sentimientos están más unidos a la integración social y cultura en la que vivimos. Empezamos a desarrollarlos precisamente cuando participamos en la sociedad de forma más activa, no nos vienen de serie como las emociones. 

Un ejemplo sencillo que siempre utilizo para explicar la diferencia entre emoción y sentimiento es el de los colores. Los colores primarios, el amarillo, el magenta y el cian corresponderían a las emociones básicas. ¿Qué sucede si mezclamos estos tres colores? Pues tendríamos una paleta infinita de distintos colores y tonalidades. Las emociones son las vocales de nuestro lenguaje y los sentimientos es la forma en la que agrupamos las vocales y las consonantes para realizar la infinidad de palabras que tenemos. 

Cuando sentimos tristeza, la expresión facial es similar entre las personas, corporalmente estamos como apagados, una forma genérica de expresar la tristeza es el llanto para todos. Sin embargo, si hablamos del sentimiento de melancolía o soledad, seguro que encontramos connotaciones distintas entre las personas. 

Todos reaccionamos de la misma forma ante algo que nos enfada, sin embargo, no todas las personas sienten rencor o lo procesan de la misma forma. 

Dicho esto, estemos ante una situación en la que una persona tiene un momento emocional o sentimental, lo importante es respetar su proceso, su sentir, su forma de pensar y exteriorizar lo que le sucede. Puede que si es una emoción básica la entandamos y comprendamos rápidamente, pero puede que se trate de sentimientos con más carga de la que podamos apreciar en un primer momento. No hay que debatir nada, no hay que comprender nada en ese momento crítico. Podemos estar y dar apoyo si la persona lo requiere, pero no emitimos juicios, ni conclusiones, ni debates. Pasado el momento, sí que podemos hablar con la persona si quiere compartir lo sucedido. 

Conocer mejor tus emociones y sentimientos, te ayudará a gestionarlos de forma más adecuada, te ayudará a comprenderlos mejor y a respetarlos. Y así es como se llega a tener una buena inteligencia emocional, donde emoción y sentimiento, son recursos para vivir de forma más plena. 

Recuerda que todo esto es cuestión de práctica, así pues, ponte a ello y practica el arte de ser y sentirte bien contigo. Si a pesar de tener en cuenta estos recursos, no llegas a conseguir tu objetivo, puedes consultar conmigo, Paloma Uriarte González, para hacer una plan individualizado y adaptado a ti. 



Paloma Uriarte González.
Psicóloga experta en neuropsicología clínica, diversidad funcional, inteligencia emocional y terapeuta Gestalt.

Comparte si te ha gustado, puede ser de ayuda.

Share by: